Temía perderte cualquier tarde
Que no regresara tu tacto
Que tu sabor no se quemara en mi deseo
Vivía oscilante como la cometa
Del ardor a la indiferencia
Consumiéndome en la espera
Tan efímero era nuestro contacto
Sutil, vacío de amor
Indiferente a la pasión
Solo contabas tú, en ese reino
Y yo, marioneta en un recinto
Aislada
Dejé de soñar, de vivir
Un día desperté del letargo
Dejándote de lado me decidí a partir
Rumbo al cielo azul
Libre, sin mirar atrás
Librándome del miedo, de ti